2015

jueves, 4 de junio de 2015

Hyperion, el satélite que parece una esponja


Foto de Hyperion tomada por la sonda Cassini
 
Hyperion es una de las lunas menores de Saturno, y posee una peculiaridad muy apreciable a simple vista que evidencia la foto superior: tiene forma de esponja en lugar de la más típica silueta de tipo esférico  que suelen lucir buena parte de los astros que conocemos.

¿Cuál es el por qué de esta singularidad? La sonda Cassini, enviada por la NASA para el estudio del planeta Saturno y sus alrededores, envía datos que parecen evidenciar que este satélite está, en su mayoría, hueco por dentro. La conclusión se saca debido, entre otras cosas, al ínfimo efecto gravitacional que tiene sobre la sonda. Puede deducirse también que su gravedad superficial es muy baja.

Las formas de los cráteres que luce Hyperion parecen ser debidos a impactos con otros cuerpos de masa significativa, que debido a la comentada presencia de una gran oquedad en el interior del satélite lo comprimieron de esta curiosa forma en lugar de crear cráteres casi circulares como los que podemos ver por ejemplo en nuestra Luna, mucho más típicos y debidos a la redistribución de la materia superficial tras un impacto entre cuerpos macizos.

Curiosidades

  • Su nombre proviene del de un titán de la mitología griega: Hiperión. Su significado literal es 'el que camina en las alturas'. A pesar de su consideración residual en la mitología, era considerado el dios de la observación.
  • Hyperion tiene un diámetro máximo de 360 km, muy pequeño comparado con el de la Luna, que ronda los 3400 km. Además, tiene también una masa unas mil veces menor que la de nuestro único satélite natural.
  • Su baja densidad hace predecir que está formado en su mayoría por agua congelada.

viernes, 29 de mayo de 2015

Historia Curiosa: La Guerra de los Pasteles


Representación de la Batalla de San Juan de Ulúa (1938)

En el siglo XIX, las naciones de Francia y México tuvieron algunos conflictos debidos, sobre todo, al ansia de los franceses por imponer respeto en tierras americanas y los constantes desafíos hacia los europeos de la por aquel entonces recién independizada nación mexicana.

La guerra comenzó, oficialmente, en 1938, pero el suceso que hizo que los mexicanos llamasen a este conflicto 'Guerra de los Pasteles' ocurrió unos años antes. En 1932, un hostelero francés residente en el país centroamericano vio cómo unos hombres del líder militar y político del bando mexicano, Antonio López de Santa Anna, habían comido unos dulces en su establecimiento negándose a pagar la cuenta, saqueando posteriormente el local. El barón Deffaudis, embajador francés en México DF, alertado por el desdichado empresario, traslada entonces al presidente mexicano Anastasio Bustamante la exigencia de una indemnización desorbitada (60000 pesos) por los daños, que es rápidamente desestimada. Ante esta negación de la compensación, Deffaudis redacta un conglomerado de quejas de sus compatriotas en tierras aztecas y las envía al gobierno parisino, que las recoge con indignación. La queja correspondiente al episodio de la pastelería, a pesar de ser sólo una más entre otras muchas, resultaba muy llamativa, con lo que en el bando rival aprovecharon para bautizar el conflicto, de manera jocosa, con un nombre basado en dicho incidente: ese fue el nacimiento del término 'Guerra de los Pasteles'.

La guerra acabaría en marzo de 1939 con un sabor agridulce para Francia, que después de un año de conflicto aceptaba firmar la paz llevándose tan sólo una parte de la indemnización total exigida por perjuicios a ciudadanos franceses y gastos de guerra en el país americano, sin ser capaces de conseguir ningún tipo de compromiso de defensa de los intereses de los ciudadanos galos habitantes en aquella región de cara al futuro.

jueves, 28 de mayo de 2015

Amistades famosas: George Lucas y Steven Spielberg


Spielberg y Lucas en la década de los 70


La primera vez que Steven Spielberg se encontró con George Lucas fue en 1967, cuando un Spielberg casi adolescente veía con asombro la presentación del cortometraje THX 1138 por parte de su futuro amigo, en un festival universitario de la UCLA. Fue tal la impresión que causó en el por aquel entonces todavía aspirante a director de cine, que sintió auténtica envidia. No sólo porque al joven Steven le hubieran denegado la entrada a aquella Universidad por sus malas notas y Lucas triunfase allí, sino porque reconocía que aquel trabajo era mucho mejor que todo lo que él había hecho hasta aquel entonces. 

En ese momento empezó una relación que, durante los siguientes cuatro años, no sería más que de admiración por parte de Spielberg hacia su compañero de profesión, en aquella época mucho más contrastado en el mundo de los cineastas emergentes. Fue en 1971 cuando, durante una velada de Lucas en casa de otro de los grandes hombres de cine de su generación, Francis Ford Coppola, vieron El Diablo Sobre Ruedas, un largometraje para televisión que suponía la primera obra profesional del posteriormente director de Tiburón, ET, o La Lista de Schindler. A Lucas le llamó la atención el estilo de la cinta, y se interesó por conocer a su autor, que por su parte llevaba tiempo queriendo forzar el encuentro. Comenzaría así una amistad de dos hombres a los que le esperaba un rotundo éxito comercial que dura hasta nuestros días, dejando algunas anécdotas dignas de mención:

  • Cuando George Lucas mostró un adelanto de su nuevo proyecto a algunos de sus amigos, casi todos ellos le dijeron que aquello no tendría éxito, salvo Spielberg, que le animó a seguir con ello. Aquel proyecto se llamaba Star Wars.
  •  Para aquella misma película, George Lucas tuvo verdaderos quebraderos de cabeza a la hora de escoger una música adecuada a la historia, incluso planteándose que la banda sonora tuviese toques de música disco, el sonido de moda de la época. Tras hablar con Spielberg, este le presentó a John Williams, que había compuesto la música de algunas de sus películas, y el resultado fue una de las bandas sonoras más reconocidas de la historia del cine.
  • En el estreno de Una Nueva Esperanza, y con Lucas en estado de euforia, este le comentó a Steven algo sobre una gran historia en la que estaba trabajando sobre las aventuras de un arqueólogo, y que estaba seguro de que sería un gran éxito, ofreciéndole su dirección. Fue el inicio de la saga Indiana Jones.
  • George Lucas visitó un día el rodaje de Encuentros en la Tercera Fase mientras preparaba la primera parte de Star Wars y discutió con su amigo sobre qué película de las dos recaudaría más, defendiendo cada uno que lo haría la dirigida por el otro. Tan seguros estaban de sus respectivas posturas que apostaron una suma millonaria. Finalmente, Una Nueva Esperanza ganó la partida, y George Lucas perdió 40 millones de dolares que fueron a parar a la cartera de su colega.
  • En reconocimiento a su ayuda en la primera parte, Lucas quería que su amigo dirigiese la tercera entrega de La Guerra de las Galaxias, pero el sindicato de directores no permitió que eso ocurriera. Además, la productora también puso problemas, alegando que de ninguna manera le permitiría trabajar con la competencia (aquel año también estrenaba película).

Leyendas Urbanas: La broma de Conan Doyle


Sir Arthur Conan Doyle

Existe una historia bastante curiosa que circula desde hace muchos años sobre el sentido del humor del escritor británico Sir Arthur Conan Doyle. Dicha historia narra cómo, en un arrebato de originalidad, el autor de obras como Las Aventuras de Sherlock Holmes o El Sabueso de los Baskerville,  habría escrito cinco cartas idénticas y anónimas con el mismo contenido, que no era más que una breve advertencia que, dependiendo de la versión, sería algo más o menos así:

"We are discovered. Flee inmediately"
Que en castellano podría traducirse como: "Hemos sido descubiertos. Huye cuanto antes". Dichas misivas fueron enviadas, según la leyenda, a cinco amigos cercanos del escritor, tras lo cuál uno de ellos habría huido sin dejar rastro. 

No puede negarse que el suceso, de ser cierto, habría dado a Doyle una gran batalla que contar a sus nietos, pero lo cierto es que no existen fuentes fiables que le otorguen veracidad, lo que hace que sea bastante probable que estemos ante una simple leyenda sin base histórica, ya que existen además distintas versiones del suceso, en las que varían el número de cartas (a veces telegramas) y los receptores de las mismas. Quizás una de las primeras versiones apareció en un artículo publicado en el Washington Post en junio de 1901, y cuya narración rezaba como sigue:

"I heard Dr. Conan Doyle tell a good story during a trip I made to London last winter," said George D. Aldrich at the Arlington last night. "He said that at a dinner party he had attended the guests began discussing the daily discoveries made to the detriment of people occupying high stations in life and enjoying the confidence of the business world. Dr. Doyle said that it had always been his opinion that there was a skeleton in the closet of every man who had reached the age of forty. This led to a lot of discussion, some of the guests resenting the idea that there was no one who had not in his past something that were better concealed. As a result of the controversy, Dr. Doyle said, it was suggested that his views as to family skeletons be put to the test. The diners selected a man of their acquaintance whom all knew only as an upright Christian gentleman, whose word was accepted as quickly as his bond and who stood with the highest in every respect. 'We wrote a telegram saying 'All is discovered; flee at once" to this pillar of society,' said Dr. Doyle, 'and sent it. He disappeared the next day and has never been heard from since.'"
Vemos que aquí sólo existe una carta, y esta fue enviada a un sólo hombre, un respetado y religioso alto exponente de la alta sociedad londinense. Además, como vemos, narra una historia contada por una persona a la que a su vez narraron la historia, no un testigo directo, con lo que es muy posible que, aún teniendo algo de real, no todo sea como se cuenta. Además, un método muy parecido a este se utiliza en uno de los relatos de las aventuras del detective Sherlock Holmes, La Corbeta Gloria Scott, lo que pudo dar pie a que alguien inventara que su autor se basó en una hazaña propia.

Conan Doyle creía firmemente en que los humanos tenían su lado oscuro, y es probable que una conversación sobre ello del estilo de la que se cuenta en el artículo surgiera en algún momento de su vida, y que incluso se expusiera la idea de hacer el truco de la carta, pero que se acabara llevando a cabo y con ese resultado no tiene, por el momento, base suficiente como para darlo por cierto. 

No obstante, si alguien puede ofrecer más datos sobre la historia, serán leídos y agradecidos.

martes, 12 de mayo de 2015

El mundo es aleatorio




Existe una pregunta que cada generación de humanos conscientes se preguntó alguna vez, probablemente sin tener demasiado éxito en la gran mayoría de ocasiones: ¿Por qué somos quien somos? Solemos pensar que nos hicimos a nosotros mismos, o que nuestro entorno nos llevó a ser lo que hoy vemos en el espejo pero, ¿por qué precisamente ese entorno o esa forma de ser? Lo cierto es que, posiblemente, la única explicación lógica que se le puede buscar es la de achacarlo a la pura aleatoriedad de los hechos. Desde el punto de vista causal, no hay demasiada diferencia entre el caos cuántico y la relativa predictibilidad de lo que llamamos mundo macroscópico. Simplemente es predecible porque estamos acostumbrados a lidiar con él, pero con unas condiciones iniciales distintas y dadas de manera igualmente al azar, todo podría ser de otra forma.

En esta página nos nutriremos de esa idea de lo aleatorio y contaremos lo que merezca ser contado para, de nuevo de manera completamente casual, dar a quién tenga a bien dedicarle un tiempo a su lectura un conocimiento que llegó a él de manera completamente casual, sin tener en cuenta que una fortuita tirada de los dados le hizo caer de manera irremediable en esta casilla.